La Creacion
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- Creado: Lunes, 22 Julio 2013 12:04
La Creación
Nos comenta el profeta, que Dios le manifestó a su hija muy amada:
“Yo no los he creado para que sean seres sexuales, los he creado para que sean seres espirituales.”
Y es muy cierto que nos hemos convertido en una sociedad que ponderamos el sexo y la sexualidad en extremo; habiendo olvidado la absoluta importancia de buscar la salud espiritual.
En el último medio siglo, por diversos intereses, ya sea en razón a políticas de población o de salud pública, en el sistema educativo de diversos países; o de manera consciente por razones comerciales, se exacerba la sexualidad sin medir las consecuencias. Tal es así, que a menudo en campañas educativas se reparten preservativos a estudiantes de nivel secundario, aún a pre adolecentes; dándoles el perjudicial mensaje de que “la sexualidad no tiene límites”. Lo cierto es que hemos “sexualizado” nuestra cultura; cuyas consecuencias son el aumento vertiginoso de rupturas matrimoniales, incremento de las tasas de embarazo no deseado en adolescentes y pre adolecentes, el aumento brutal y genocida de la tasa de abortos.
La destacada sexóloga, Dra. Dominica Renshaw, afirma que: el 86% de las parejas con matrimonios fracasados se han divorciado principalmente por problemas sexuales. Y hay otros especialistas que afirman que en el éxito del matrimonio actual, un 70% corresponde al aspecto sexual de la pareja. Lo que corrobora que, en la cultura actual, nos hemos convertido en “seres sexuales” que no toma en cuenta su espiritualidad. Y cuando un pueblo pierde su espiritualidad, el egoísmo y la indiferencia se apoderan de su historia perjudicialmente. Es claro que en esta situación no es posible la construcción de un mundo de paz, porque hemos puesto como fin de nuestras vidas, la sexualidad y los bienes materiales; lo que nos ha hecho seres muy egoístas. Tanto es así que usamos a las personas como si fueran cosas, y ni siquiera lo notamos ni tenemos conciencia de ello.
Y el matrimonio, tiene como fundamento creacional, la comunión de espíritus de la pareja. Y esto se manifiesta en base a la afirmación que: Dios nos ha creado, a cada Adán con su Eva.
La pregunta que surge a raiz de esta afirmación: ¿Como reconocer y encontar a su pareja de creación?.
En cierta oportunidad, un hombre que visitaba el Valle Sagrado de los Incas, en el Perú, rescató de unos niños que habían cazado un lorito verde herido, y compró una jaula para tenerlo hasta que se recupere. Y otro día, otros niños le ofrecieron en venta a una lorita de la misma especie. Y el hombre pensó tener una pareja de loritos, para criarlos; porque ambas aves estaban con las alitas cortadas. Los llevó a su ciudad, y en su casa acomodó una lorera sin jaula. Pero notó que las aves peleaban constantemente, y pensó que en la época de celo acabaría esa enemistad. Y un día vió que los loritos ya no estaban; y consultando con un ornitólogo amigo se enteró que esa especie de aves tienen una pareja de por vida y cuando les llega la época de celo cada lorito busca a su pareja, y siempre se encuentran. Y el hombre se preguntó como hace la naturaleza para que la pareja de loritos se encuentre, y entendió que la naturaleza estaba diseñada para que los loritos se encuentren cuando les llega el momento.
De esta manera el hombre entendió que si Dios había diseñado la naturaleza para que la pareja de avecitas se encuentren, con mayor razón estará diseñada para que cada adán encuentre a su eva, ya que son sus hijos. Y que si existe un alto índice de rupturas matrimoniales, es porque la pareja con la que se unieron no es su eva o su adán; porque se unieron no por el amor de la comunión de espíritus, sino razones diferentes; tal vez de conveniencia económica o solo sexual.
Y el hombre entendió, la filosofía del Seicho-No-Ie (生長の家 / Hogar del Progreso Infinito). En esta filosofía que es una enseñanza de amor, que el ser humano es un hijo de Dios, que el mundo de la materia es la proyección de la mente, y también nos dice que nuestra verdadera naturaleza es de perfección. Es una filosofía que trasciende el sectarismo religioso, ya que considera que todas las religiones son las luces de la salvación que emanan de un solo Dios. Se caracteriza por estimular el autoperfeccionamiento espiritual, por la reverencia a los antepasados y por la armonía entre la humanidad y la naturaleza. En esta filosofía enseñan que se debe orar siempre por su pareja, aunque aún no la conozcan, ya que se encontrarán cuando corresponda.
Y entonces el hombre entendió, que para encontrar a su pareja y vivir en armonía con la naturaleza, el hombre debe ser espiritual. Entendió las enseñanzas del Maestro Jesús a uno de los profetas: "No te preocupes por los recursos materiales para tu familia, preocúpate por tu salud espiritual y el de tu familia"